A partir de 2026, Londres dará un paso decisivo en su política turística con la entrada en vigor del impuesto turístico, también conocido como tourist levy. Aunque durante años la capital británica resistió a aplicar esta tasa, 2026 marca un antes y un después. Londres se pondrá en línea con otras ciudades europeas como París, Barcelona y Ámsterdam, que llevan tiempo cobrando una tarifa adicional por pernoctación.
Esta nueva medida afectará tanto a quienes visiten la ciudad por turismo como a quienes utilicen Airbnb en Londres, hoteles, hostales y cualquier alojamiento de corta estancia. Si planeas viajar a Londres en 2026, aquí tienes todo lo que debes saber.
¿Cómo funcionará el impuesto turístico en Londres en 2026?
Desde principios de 2026 —dependiendo de la aprobación final del Parlamento y calendario del Ayuntamiento— todos los visitantes que pernocten en Londres pagarán un suplemento añadido a su reserva de alojamiento. La estructura prevista es:
Tasa estándar:
Un 5% del coste de la noche. En números, esto suele significar £10–£15 extra por noche, dependiendo del tipo de alojamiento.
Dónde se aplicará:
– Hoteles
– Airbnb en Londres
– Hostales
– Aparthoteles
– Estancias de corta duración en general
Cómo se cobrará:
Aparecerá automáticamente en la factura. Ni el huésped ni el anfitrión tendrán que gestionarlo manualmente.
Excepciones:
No se aplica a residentes ni a visitantes que no pernoctan. Tampoco afecta a viviendas privadas donde no se realiza actividad comercial.
¿Por qué Londres introduce este impuesto en 2026?
2026 representa un punto crítico para Londres. La ciudad vive un crecimiento turístico enorme, pero también enfrenta retos:
– Saturación del transporte
– Mantenimiento costoso de monumentos y espacios públicos
– Caída del sector cultural tras la crisis post-pandemia
– Presupuestos locales presionados por inflación y recortes
El Ayuntamiento y el gobierno consideran que el tourist levy permitirá financiar:
1. Infraestructura turística
Baños públicos, señalización, accesibilidad y mantenimiento de zonas icónicas.
2. Transporte y movilidad
Mejoras en paradas, estaciones y rutas frecuentadas por visitantes.
3. Cultura y vida nocturna en Londres
Apoyo a museos, teatros, festivales y espacios culturales que sufrieron descenso de ingresos.
4. Limpieza y seguridad
Especialmente en áreas con alta concentración turística como Westminster, Southbank, Covent Garden y Camden.
Muchos expertos señalan que Londres llevaba años “retrasada” respecto a otras capitales y que esta medida era inevitable.
Impacto real para el visitante en 2026
¿Será más caro viajar a Londres en 2026?
Sí, pero no de forma dramática. La mayoría de turistas ya pagan precios elevados por alojamiento en Londres, y un suplemento de £10–£15 por noche no suele ser decisivo.
En un viaje de 4 noches, el coste adicional sería de £40–£60. Para muchos viajeros internacionales, esto entra dentro de márgenes razonables.
¿Afecta a Airbnb en Londres?
Sí. Airbnb y plataformas similares incluirán la tasa automáticamente. Esto significa que viajar barato a Londres será un poco menos accesible, pero no imposible.
¿Cambiará la experiencia de visitar Londres?
Potencialmente para mejor. La inversión directa en turismo puede traducirse en mejor limpieza, mejores servicios públicos y una ciudad más ordenada para quienes llegan desde el extranjero.
Pros y contras del impuesto turístico en Londres en 2026
Pros
– Londres contará con ingresos estables para mantener su inmensa infraestructura turística.
– Los residentes se beneficiarán de una ciudad menos saturada y mejor cuidada.
– La experiencia del visitante podría mejorar a medio plazo.
Contras
– Londres ya es una de las ciudades más caras del planeta; cualquier extra pesa.
– Los viajeros con presupuesto bajo podrían optar por estancias más cortas o por quedarse en zonas más alejadas.
– Pequeños alojamientos y Airbnb pueden sentir una mayor presión competitiva.
¿Gana o pierde Londres con esta medida?
Se dice que en 2026 el impuesto turístico es más una necesidad práctica que un capricho político. Mantener una ciudad como Londres es extremadamente costoso, y millones de turistas dejan huella en el transporte y en el espacio urbano. Que una parte mínima de lo que pagan los visitantes se reinvierta en mejorar la ciudad me parece razonable.
El riesgo está en no ir demasiado lejos. Londres debe evitar entrar en una espiral de encarecimiento que haga que el turismo de clase media se aleje. Si el impuesto turístico se mantiene moderado, transparente y bien gestionado, Londres ganará más de lo que pierde.